jueves, 11 de junio de 2015

No hay dos arboles iguales. Por: Rodrigo Herranz

Deja que las raíces de tus convicciones se hundan profundo en la tierra y sean capaces de sostenerte en los momentos de mas dificultad.
Deja crecer las ramas de tu curiosidad, alto, hacia el cielo, y ten una pregunta por cada hoja que crezca en esas ramas, intentando atrapar con todas ellas la esencia de la verdad absoluta, para no alcanzarla jamas, como la copa de un árbol no puede alcanzar el sol, pero siempre lucha por crecer cada vez mas alto, poblarse de hojas y cavar profundas sus raíces para no caer. Vive la vida sabiendo que sera tuya propia, y tan distinta como lo es un árbol de todos los demás, sin los mismos nudos, sin las mismas ramas, sin las mismas hojas ni patrones en la corteza. Vive la vida para recordarla cuando termine.

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